En ataúd de cristal el miedo fue enterrado.
Mi alma cabalga en la oscuridad, en busca de la paloma que me de libertad, hoy recorro valles que para muchos son mortales.
Con la melancólica melodía en mi mente y tu rostro en mi pecho, sigo adelante en este sendero de espinas y fríos pantanos.
Mancho mi alma que busca ser perdonada, entre alimañas viajo y duermo junto a los depredadores diurnos y en algún momento llegare, a la crisálida que te protege para liberarte y aunque se a quien busco, no estoy seguro, a quien encontrare.
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